—Está bien.
Nicolás tomó las llaves del auto y se marchó.
Una vez que Nicolás se fue, Daniela salió del estudio dirigiéndose a su habitación.
Pero de repente resonó la voz de Jessica:
—Daniela, hola.
Daniela se quedó helada, giró la cabeza hacia abajo y divisó a dos personas conocidas.
Jessica y Fidel estaban allí.
—¿Cómo lograron entrar?
—Usé mi huella digital para acceder —explicó Fidel.
Daniela comprendió de inmediato las verdaderas intenciones de Jessica; jamás imaginó que Jessica manipularía a Fidel de esa forma.
—Fidel, acabas de llamar deliberadamente para sacar a Nicolás de aquí, y después trajiste a Jessica. Si Nicolás se enterara, ¡su amistad se acabaría para siempre!
Fidel mostró cierta vacilación, pero Jessica lo interrumpió bruscamente:
—Daniela, deja de confundir a las personas. Tanto Fidel como yo actuamos pensando en el bienestar de Nicolás. ¡No permitiremos que Nicolás se destruya por tu culpa!
Daniela esbozó una sonrisa despectiva.
—¡Tú te aliaste con Mauro, eso sí si