Mateo jamás aprobaría una relación entre Daniela y Diego.
Valentina replicó: —Señor Figueroa, ¿no cree que se está extralimitando? ¿Qué tiene que ver usted con los asuntos de Daniela?
Mateo miró a Valentina: —¿Ya te has divertido suficiente? Si es así, te llevaré de regreso.
Mateo agarró a Valentina por el brazo y se la llevó.
Camila gritó detrás de ellos: —¡Valentina! ¡Señor Figueroa!
...
Diego llegó al camerino para cambiarse. No solía venir aquí, pero sin duda se ganaba mucho dinero.
Diego se quitó la camiseta blanca rasgada y estaba a punto de ponerse una sudadera negra cuando de repente la puerta se abrió detrás de él. Diego miró con ojos penetrantes: —¿Quién es?
Daniela le había seguido, y sin querer vio a Diego con el torso desnudo.
Su rostro se enrojeció al instante y se cubrió la cara con ambas manos: —¡Ah!
Diego se puso rápidamente la sudadera negra, tomó su bolso y se dio la vuelta para irse.
No tenía intención de hablar con Daniela, la estaba ignorando completamente.
Daniel