Luciana dijo: —Dolores nunca me ha aceptado. Necesito el apoyo de los Cruz, por eso Lela es crucial para mí. Si logro acercarme a ella y ganarme su amistad, pronto podré casarme con Mateo y convertirme en la señora Figueroa.
Luciana era experta en ganarse a la gente. Joaquín, Mariana y todos los jóvenes herederos del círculo de Mateo la adoraban.
Por eso necesitaba conquistar a Lela.
Lela representaba el apoyo de toda la familia Cruz.
Era la familia materna de Mateo fundamental para sus planes.
Mariana asintió. —Seguiré ayudándote a buscarla. La verdad es que yo también tengo curiosidad por saber quién es ella.
[...]
Luciana no encontró a Mateo en el reservado; no había regresado desde que salió.
Lo encontró en la sala de descanso, reclinado en el sofá.
Mateo había bebido bastante y parecía de mal humor. Su teléfono descansaba sobre la mesa mientras él se recostaba con pereza en el sofá, sus largas piernas estiradas sobre la mesa.
Con los ojos cerrados, se masajeaba las sienes con la