Capítulo 82 —Literalmente
Narrador:
Valeria se incorporó un poco en la cama, aún con los ojos húmedos pero la mente encendida por esa mezcla imposible de dolor, adrenalina y decisión.
—Déjame ayudarte —dijo, respirando hondo —Te voy a hacer una lista. Con los nombres de los que sé que pertenecían o estaban muy cerca de esa hermandad. O al menos de los que Alejandro mencionaba. No sé si servirá… pero es un punto de partida.
Luigi la miró como si lo hubiese salvado. De verdad.
—Mi vida… —susurró él, acercándose lento, tomándole la cara con ambas manos —no tienes idea de lo que estás haciendo por nosotros.
Ella sonrió apenas, vulnerable, pero firme. Luigi no se contuvo. La besó.
No un beso cortito de agradecimiento.
Un beso lleno. Largo. Fuerte. Con las dos manos en su rostro y el cuerpo inclinado sobre ella como si quisiera fundirla con él. Ella respondió igual, agarrándole la camisa, sintiendo cómo el mundo se le deshacía un poco en el pecho.
—Lu… —murmuró ella, sin aire.
—Gracias —susu