Capítulo 130 —Nueva vida
Narrador:
El helicóptero aterrizó en su destino. El ruido constante de las hélices llenaba el aire, mintras se detenían lentamente, no había apuro. Mateo se quedó allí, junto a Tristán, esperando. Dinorah bajó primero. No miró atrás.
Se subió a la camioneta que la esperaba y tomó el camino conocido, ese que llevaba directo a la casa de su madre. El trayecto se le hizo eterno. No por la distancia, sino por lo que estaba a punto de decir.
Cuando llegó, Diego estaba en el patio. Apenas la vio, corrió hacia ella.
—¡Mamá!
Dinorah se agachó y lo abrazó fuerte, apretándolo contra su pecho. Cerró los ojos un segundo antes de hablar.
—Tenemos que charlar un poquito —le dijo, separándose apenas para mirarlo a los ojos —Nos vamos a mudar.
Diego frunció el ceño.
—¿Ya hoy?
—Sí —respondió ella —A un lugar muy lindo. Te va a encantar.
Él la miró en silencio unos segundos, procesándolo.
—La abuela me dijo —dijo finalmente —Me dijo que capaz tenías una sorpresa.
Dinorah levantó