Capitulo 33 —Su perro faldero
Narrador:
La piscina quedó atrás. Luigi se dejó caer en una de las tumbonas, el pecho todavía brillando por el agua, respirando hondo como si necesitara ordenar algo dentro suyo.
Valeria caminaba por el borde, lenta, como si necesitara enfriar la sangre… hasta que escuchó pasos.
Sofía y Renzo cruzaron el jardín con esas sonrisas perfectas, luminosas, la clase de sonrisas que molestan cuando ya vienes sensible.
—Buenos días —saludó Sofía, cálida, impecable.
—¿Listos para el sol? —añadió Renzo.
Valeria apenas respondió con educación, pero su mirada fue directa hacia Luigi.
Él estaba mirando a Sofía. No de un modo grotesco ni desubicado… pero estaba mirando.
Y eso fue suficiente. Valeria respiró hondo, enderezó los hombros y caminó hacia él con una decisión que ni ella sabía de dónde había salido.
Cuando llegó, Luigi levantó la vista justo a tiempo para verla sentarse a horcajadas sobre él, sin pedir permiso, sin dudas.
Luigi abrió los ojos apenas, sorprendid