Capítulo 99
Pasaron algunos días, y Amélie estaba decidida a olvidar al jefe. Tal vez incluso renunciaría, solo para no tener que lidiar más con esa atracción incómoda. Pero esa idea traía otro problema: ¿cómo quedaría eso en su currículum? Había estado en la empresa tan poco tiempo... sería terrible abandonar ahora.
Sentada a la mesa, con el café enfriándose ante ella, suspiró, moviendo la cuchara en el líquido sin realmente prestar atención. No puedo enloquecer por él... ¿o ya lo he hecho? Pensar que aquello fuera posible la dejaba aún más inquieta. Después de todo, Alexander Blake era el tipo de hombre que parecía salido de un sueño: elegante, educado, seguro de sí mismo... y, para empeorar, irresistiblemente guapo.
Si continuara allí, tendría que ser en otro departamento. El problema es que, para eso, necesitaría tiempo y paciencia para encontrar una vacante interna. Mientras su mente buscaba una salida que no incluyera abandonarlo todo, los días iban pasando.
En el corredor, dura