Capítulo 85

El cura esbozó una leve sonrisa al ver a la pareja frente a él y comenzó la ceremonia de forma acogedora:

— Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para celebrar el sagrado matrimonio entre Alexander e Isadora, en presencia de Dios y de todos aquellos que los aman…

Mientras hablaba, las miradas se volvían hacia la pareja, algunas llenas de emoción… otras, no tanto. En uno de los bancos, voces bajas se alzaron en susurros.

— ¿Esa no es su nuera? — susurró una mujer, con la mirada de juicio.

— Sí, es ella misma — confirmó otra, arqueando las cejas con desdén.

— Ni sé para qué vine a esta porquería. Ay, cuánto pecado… — se quejó una tercera, cruzando los brazos y poniendo los ojos en blanco, como si todo aquello fuera una afrenta personal.

Aurora percibió a las mujeres conversando al fondo, pero pronto volvió la mirada hacia su hijo. Se mantuvo firme, sosteniendo la mano de su marido, orgullosa del valor de Alexander y de la mujer que había elegido.

En el altar, Isadora esta