Capítulo 286
En el reloj de oro del jeque marcaba casi mediodía. Hassan Al Rashid estaba sentado al borde de la cama, vistiendo una túnica blanca impecable y con una mirada aburrida. Llevaba dos días ingresado, y el aburrimiento empezaba a corroer su paciencia.
Los enfermeros entraban y salían en silencio.
— Alá… — murmuró, recostándose en las almohadas. — Si uno más me pregunta si quiero té de menta, juro que me daré de alta a mí mismo.
Su asistente personal rió discretamente.
— Alteza, tal vez eso sea una buena señal. Significa que se está recuperando.
Hassan arqueó una ceja.
— Recuperando el cuerpo, tal vez. Pero la mente… — hizo un gesto impaciente con la mano. — Esa ya pide socorro.
Karim dudó antes de sugerir:
— Puedo pedir que venga la doctora que lo atendió a revisar sus signos. La señorita Blake.
Por un breve instante, la mirada de Hassan cambió. Un brillo curioso apareció en sus ojos oscuros.
— Dra. Blake… — repitió lentamente, saboreando el nombre. — Sí, ella fue… diferente