Capítulo 285
Hailey estacionó el coche y entró en casa. La mansión estaba tranquila, era tarde en la noche. Al pasar por el pasillo, escuchó una risa ahogada proveniente de la habitación de Oliver. Reconoció la voz de Clarice y sonrió sola.
"Finalmente ha calmado su corazón", pensó, satisfecha.
Continuó el camino hasta su habitación, tomó una ducha larga y, apenas se acostó, el sueño la venció en cuestión de minutos. Estaba agotada, el cuerpo pesado después de tantas horas de turno.
A la mañana siguiente, despertó con el despertador sonando. Se miró en el espejo y dejó escapar un suspiro. Las ojeras estaban marcadas, revelando el cansancio de la noche anterior.
— Genial… voy a necesitar un balde de corrector — refunfuñó con una sonrisa cansada, intentando arreglarse el cabello.
Después de vestirse, bajó las escaleras en busca del desayuno. El olor a café fresco y pan caliente llenaba el aire. Cuando llegó al comedor, vio a toda la familia reunida y a Clarice en la mesa, conversando tí