Capítulo 282
A la mañana siguiente, Oliver bajó decidido. Su corazón latía rápido, no por miedo, sino por la responsabilidad de lo que estaba a punto de hacer. Encontró a sus padres en el comedor, tomando el desayuno.
Isadora sonreía, revolviendo el té, mientras Alexander leía las noticias en la tableta. Tan pronto como su hijo se acercó, ambos notaron algo diferente en su semblante.
— Buenos días, hijo. ¿Dormiste bien? — preguntó Isadora con dulzura.
Oliver respiró hondo, acercó una silla y se sentó.
— Tengo algo importante que contar.
Su padre levantó la vista del periódico. — Dime.
Él miró primero a su madre, que lo miraba con expectativa, y entonces lo soltó de una vez:
— Clarice… está embarazada.
Alexander cruzó los brazos, apoyándose en el respaldo de la silla, pensativo. Mientras que Isadora abrió mucho los ojos por un instante, y, a continuación, una suave sonrisa se dibujó en su rostro.
— Otro nieto Blake… — murmuró con ternura, levantándose para besar a su hijo en la frente.