Capítulo 109
Él se volvió y la vio parada, a pocos metros. En su mirada había conmoción y dolor, los labios entreabiertos, como si le faltara el aire.
— Isa… no es lo que parece — dijo él, con la voz grave, aún sosteniendo las manos de Amélie.
Amélie, por su parte, retrocedió medio paso haciendo que él la soltara, pero no ocultó una leve sonrisa en la comisura de los labios. Sus ojos brillaban con una satisfacción silenciosa, como si acabara de conquistar una victoria planeada.
— Perdón… fue un reflejo — dijo ella, fingiendo una falsa inocencia, pero lanzando a Alexander una mirada que él entendió perfectamente: ella sabía lo que estaba haciendo.
Isadora respiró hondo, intentando mantenerse firme ante esa situación, pero tenía un nudo en la garganta que le impidió hablar por unos segundos.
— ¿Reflejo? — repitió, fría. — Interesante… nunca vi a nadie tropezar y… besar.
Alexander dio un paso hacia ella.
— Amor, escúchame…
— No. — Isadora levantó la mano, interrumpiéndolo, los ojos húmed