Capítulo 640
—¡Ay, Faustino, no te apresures tanto!

Larisa se sobresaltó por el repentino movimiento de Faustino.

¡Aún no estaba preparada!

Y Faustino, como un pulpo, la tocó por todas partes, tiñendo su delicada piel de un rubor…

—Larisa, eres tan hermosa, ¡no puedo evitar apresurarme!

Faustino hablaba con dificultad, ocupado con su boca y sus manos.

Desde que había ido a Santa Clara con Daniela.

Durante este largo tiempo.

Faustino no había dormido con ninguna mujer.

¡Se puede imaginar lo hambriento que estaba Faustino! Al poco tiempo.

El cuerpo de Larisa se calentaba cada vez más, los lugares donde la mano de Faustino la había tocado, era como si hubieran sido quemados.

Sus ojos se volvieron cada vez más ausentes.

Con el cuerpo fuerte de Faustino presionándola.

Larisa estaba como borracha, usando el poco raciocinio que le quedaba, gimió.

—Faustino… entremos a la cama… tengo miedo de que nos graben…

—Suave… por favor…

Pasó la noche, Larisa se despertó con los ojos hinchados por el sueño.

Pero Fau
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App