Capítulo 439
Para Faustino, era mucho mejor fortalecer sus lazos con sus queridas esposas que andar con mujeres cualquiera.

Después de Lara y Ximena, Faustino había perdido por completo el interés en cualquier otra mujer.

Faustino, tras separarse de Diego, regresó a casa de Ximena. Pero…

La habitación estaba completamente a oscuras, y no se veía a Ximena por ningún lado.

—¿Ximena, estás dormida? ¿Ximena?

Faustino la llamó un par de veces.

Pero no obtuvo respuesta.

Faustino se rascó la cabeza, algo confundido.

—¿No está en casa? Le dije claramente que me esperara aquí y que no saliera…

Ximena no estaba en la planta baja.

Justo cuando Faustino se disponía a subir a la planta alta a buscarla…

De repente, se encendieron las luces de la habitación.

No eran las luces brillantes del techo, sino una tenue luz rosa, muy sensual.

También sonó una música sugerente.

El ambiente de la habitación parecía transportar a Faustino a un club nocturno de lujo.

Todo estaba cargado de erotismo. Tac, tac, tac… se oyero
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