Mundo ficciónIniciar sesión
Mi biblioteca
  • PARTICIPA Y GANA Concurso
  • Para autores
    Recompensas de autoresPara autores
  • Ranking
  • Navegar
    Todos
    Suspenso
    Oriental
    Historia
    Otros tipos
    Romántica
    Fantasía
    Personajes Sobrenaturales
    Acción
    Realista
    Chick Lit
    LGBT
    Adolescente
    Paranormal
    Ciencia Ficción
    Urbano
    Hombre-lobo
    Crimen
  • Inicio
InicioHistoriaEl Libro de los Reyes
El Libro de los Reyes

El Libro de los ReyesES

Historia
kesii87  Completo
goodnovel16goodnovel
10
1 Reseña
19Capítulos
1.6Kleídos
Leer
Añadido
compartir: 
  • Copiar
Denunciar
Resumen
Índice

Sinopsis

Triángulo amorosoValienteRey /ReinaAmor secretoAlma gemelaLoucura

Todo empieza cuando Ana María despierta, en una mañana que parece ser como cualquier otra, pero tan pronto como abre los ojos, se da cuenta de que está dentro de un libro de Historia, en la época de María Antonieta. ¿Qué hará para que no descubran que es una impostora? ¿Qué sucederá cuando se de cuenta de que está casada con Luis, rey de Francia? Todo esto y mucho más, en esta fascinante historia de almas conectadas, fantasía y viajes en el tiempo.

Leer más
El Libro de los Reyes Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Epílogo.

    En los aposentos de un gran hombre, uno que antaño fue rey de toda Francia, pero que, gracias a los consejos de una excepcional mujer, decidió retirarse del poder, actuando en la sombra, con lo que creía que era mejor para su propio pueblo y para el país entero. Así se formó la Asamblea General, donde él guiaba las decisiones más importantes, como miembro honorífico del mismo. Presionó el sello real sobre la carta que iba destinada a su preciosa hija. Le hubiese gustado entregar esa carta en persona, o incluso hablarle de todo aquello a su pequeña, pero no tenía tiempo que perder, debía dejar todo bien atado, porque sabía que se acercaba el día en el que debía dejar todo aquello atrás. Se había pasado casi 14 años de su vida buscándola, al amor de su vida, a aquella a la que una vez amó, y sin saber cómo, si la cordura era algo que le había abandonado, o si debía llevarse por su corazón, que le decía cada día que la mujer con la que compartía alcoba no

  • Capítulo 17 – Encauzar mi vida.

    Decidí confiar en la abuela, contarle toda mi historia, pero ni siquiera sé si me creyó o no. Ella me puse al día de todo lo que había sucedido en mi ausencia, de todo lo que María hizo con mi vida, y de lo mucho que humilló a Colette. Quería ponerme a trabajar, no me importaba en qué, tan sólo quería, necesitaba, reunir dinero para recuperar nuestra pastelería. Era el sueño de la abuela, pero también el mío. Tengo que reconocer que fue difícil, volver a ganarme la confianza de las personas que María había traicionado, sobre todo la de Colette, pero dos años más tarde, cuando volvía a casa después de un día de duro trabajo en la gasolinera, la encontré en casa, charlando con la abuela. Dejé el bolso colgado en la percha del recibidor, de la pequeña casa que costeaba con parte de mi sueldo, después de haber renunciado a la pensión que David quería pasarme tras el divorcio, no me quedaba mucho más, y mis sueños sobre recuperar la pastelería cada

  • Capítulo 16. El reencuentro.

    Mis pasos resonaban por los pasillos de aquella institución de alto standing, por supuesto los ancianos no se podían quejar, de lo bien cuidados que estaban, pero, aun así, separados de sus seres queridos. La vi en seguida, sentada junto a la ventana, mirando por ella, con la mirada entristecida, ignorando lo que su amiga le decía a su lado. Me detuve a escasos metros, aterrada, sin poder continuar, porque estaba mucho más delgada que la última vez que la vi y mucho más deteriorada. Parece que vienen a verte – susurró su amiga, pero ella ni siquiera se inmutó, a pesar de que la anciana se marchó, dejándonos un poco de intimidad. Caminé despacio hacia ella, apoyé mi mano sobre la suya y me agaché para observarla, necesitaba tocarla, abrazar a la única persona que necesitaba en aquel momento. Su reacción fue instantánea, me observó, estudiándome con la mirada, intentando encontrar a su nieta dentro de aquel cuerpo, y parec

  • Capítulo 15. Un error.

    Mi mente intentaba contactar con mi cuerpo, avisarme de que aferrarme a sus labios de aquella manera no estaba bien, pues él no era mi Luis. Augusto era su nombre. Pero ni siquiera podía pensar con claridad, ni siquiera cuando me empotró contra el escritorio y me subió la falda para agarrarme el trasero. ¡Qué osado! ¡Ni siquiera Luis fue así jamás! ¡Oh Dios! ¡Qué estaba haciendo! ¡Y con mi jefe! Unos golpes en la puerta nos hicieron separarnos, colocándonos bien el traje, acicalándonos, observando a su secretaria, inmiscuyéndose en lo que no le importaba, como de costumbre. Señor, siento molestarle – era obvio que no lo hacía, en lo absoluto – tiene a su esposa por la otra línea. ¿Su esposa? ¡Oh Dios! La cosa se ponía cada vez peor. Gracias Susane – agradeció, observando como la muchacha se marchaba, posando sus ojos en mí – terminemos esto luego, en tu despacho, ahora estoy ocupado.

  • Capítulo 14. Mala.

    Ni siquiera quería pensar en todo lo que estaba sucediendo, tan sólo quería abrazar a la única persona que podría ayudarme a recomponer la vida que María Antonieta había destruido, llamaba, con insistencia a la casa de Colette, con el chófer esperándome abajo, asegurándome que no me dejaría sola, que debía ir a la revista. La puerta se abrió, y apareció un hombre con aspecto desmejorado, vistiendo una camiseta de rayas y unos pantalones anchos junto a una bata entre abierta, tenía la boca mojada, y apestaba a alcohol. Estoy buscando a Colette – dije, en cuanto me recuperé del impacto, haciendo que el hombre se rascase la cabeza, y me observase con incredulidad – señor… Aquí no vive ninguna Colette – espetó, cerrándome la puerta en las narices. ¡Dios! Aquello se ponía cada vez peor. ¿Cómo iba a encontrar a la abuela y a Colette? Cada vez que intentaba avanzar la puerta se me c

  • Capítulo 13. Vuelta.

    Mi conciencia aún estaba en ese lugar, aún podía escuchar su voz, rogándome para que me quedase a su lado, sus caricias en mi rostro, cuidándome, mientras yo, tumbada en la cama, y con ojos cerrados, seguía inconsciente. Sonreí, feliz, agradecida de encontrarme a su lado aún. Quizás todo fue un sueño, quizás aún tenía tiempo, aún podía aferrarme a aquella vida que no me pertenecía. Pero… algo me decía que no podía hacerlo, pues había algo extraño aquella vez. Un extraño sabor metálico invadía mi boca, como si mi sangre brotase de alguna parte, inundándola. Me dolía la boca y el cuello, como si me hubiesen dado una paliza, no podía entender qué ocurría. Quizás me había golpeado al caer al suelo, quizás… Desperté, sobresaltada, elevándome de la cama, sentándome sobre ella, observando la estancia en la que me hallaba, mirando a mi alrededor, escuchando de fondo el jaleo de los coches que pasaban por la avenida. Aquella habitación e

  • Capítulo 12. Miedo.

    Aquella mañana soleada, los pajarillos canturreaban aquí y allá, mientras los rayos del nuevo día se colaban por las ventanas de la habitación. Mientras, en el exterior, los sirvientes se preparaban para enfrentar un nuevo día, la cocinera corría detrás de las gallinas, pues había un rico caldo que preparar para el almuerzo, los lacayos preparan los caballos reales, y las mucamas tendían las sábanas al sol, en la parte trasera. Pero no fue nada de eso lo que me despertó, si no sus caricias, sobre mi vientre, sonreí, abriendo los ojos, observándole allí, besando mi abdomen. Nuestro bebé está aquí dentro, María – aseguraba, ilusionado, haciéndome reír, mientras entrelazaba los dedos en sus maravillosos rizos, enamorada de ese bello rostro – ni siquiera quiero moverme de la cama, quiero permanecer todo el día aquí, a vuestro lado, mi reina. No seas agonías – me quejé, haciéndole reír, levantando la cabeza para observ

  • Capítulo 11. Respeto.

    El tiempo pasa realmente rápido cuando estás a gusto, cuando eres feliz, cuando quise darme cuenta había pasado un año a su lado, un maravilloso año en el que habíamos ganado en complicidad, se podría decir que nos conocíamos perfectamente con sólo una mirada, y el sexo era infinitamente mejor, por no hablar que, gracias a mis ideas de política exterior, estaba haciendo alianzas importantes con América. Estaba muy orgullosa de él. Estaba tan feliz en mi nueva vida, que ni siquiera me acordé de la historia, de que estaba en el pasado, y de que aquella no era mi vida, sino la de María Antonieta. Nuestras tropas ya están preparadas, su majestad – aseguraba uno de sus consejeros, de nuevo intentaba lanzar ese maldito ataque al norte. Le había dicho en cada reunión que eso no era una buena idea, pero nunca me tomaban en cuenta por ser mujer. Si mandamos todas nuestras tropas al norte, ¿qué sucederá cuando su al

  • Capítulo 10. Amar a un rey.

    Pasaron tres días después de eso, y no tenía noticias de su majestad. ¿Qué había sucedido? Se habría librado de su amante. Ni siquiera podía preguntarle, pues siempre estaba ocupado en reuniones con sus consejeros, montando a caballo, yendo de caza o incluso en el lago pescando, pero nunca tenía tiempo para hablar conmigo. ¿Me estaría evitando? – esa era la pregunta que rondaba mi mente, por esa razón estaba allí, frente a su puerta. Llamé repetidas veces, pero parecía no haber nadie, empujé la muerta y me quedé estática. Él estaba allí, junto a su amante, lucía aterrado, y enfadado al mismo tiempo. Marquesa, debería marchase a casa. Ya le dije en mi carta que todo ha terminado. Me debo a mi reina, ella… ¿Crees que ella va a dejar a sus múltiples apantes por vos? – él tragó saliva. Empujé la puerta, haciendo que ambos me observasen, ni siquiera me detuve a mirar hacia él, tan sólo caminé ha

También te gustarán

  • Una Rosa en el infierno
    Una Rosa en el infiernoClao♡34.9K leídos
  • La novia virgen del rey
    La novia virgen del reyJulycladel23.5K leídos
  • Meu Cowboy Mafioso
    Meu Cowboy Mafioso Nathy Mendes16.5K leídos
  • Del Odio al Amor
    Del Odio al AmorOrantes11.3K leídos
  • LA VERDAD OCULTA DEL CEO
    LA VERDAD OCULTA DEL CEOAZAHARA10.9K leídos
  • Durmiendo con el Enemigo
    Durmiendo con el EnemigoS.PamelaT.Beltrán6.8K leídos

Novelas relacionadas

  • Victoria, edén
    Victoria, edénGregoria R. Márquez Díaz1.6K leídos
  • AS APARÊNCIAS
    AS APARÊNCIASJasmine1.6K leídos
  • O Tesouro de Deus
    O Tesouro de DeusEverton Timóteo1.5K leídos
  • A BANDIDA RAPTADA
    A BANDIDA RAPTADAdassombrasescritor1.4K leídos
  • Vandred O Caçador de Vampiros
    Vandred O Caçador de VampirosGiovani1.2K leídos
  • Conquistando a Lady Caprichosa
    Conquistando a Lady CaprichosaMary Ishakov ❤️1.9K leídos

Libros interesantes del mismo período

  • Las Mentiras de Oliver Bloom
  • El Cisne Blanco - Emprendiendo el Vuelo.
  • Tan sólo una canción
  • Corazones Grises - El reencuentro
  • El Mago
  • The Destiny - Conexión
  • Anna y El Pasado
  • Corazones Grises - Cruzando hacia el otro lado.
Comentarios Deje su reseña en la aplicación
user avatar
S.T Rivero
Me encantó el concepto.
2021-11-13 01:33:03
1
19 chapters
Prólogo.
El Libro de los Reyes/kesii87
 La vida a veces puede resultar monótona o aburrida, para alguien que tiene rutinas establecidas y que nunca sale de ellas, pero no para mí.Siempre me he considerado una persona muy paciente, soñadora y positiva, quizás por eso siempre he atraído las cosas buenas a mi vida.Con tan sólo dieciocho años ya tenía mi propio negocio, con la ayuda de mi abuela Anaella, a la que adoraba, teníamos una pequeña pastelería en el centro de Versalles, la ciudad en la que vivíamos. Lo cierto es que yo no nací en Francia, soy española, pero mi padre y toda la familia de este era francesa, así que, cuando cumplí dieciséis años me vine a vivir con mi abuela, dejando atrás mi preciosa casa en Galicia, y decidí probar suerte en un lugar donde nadie me conociese.Nuestra pastelería se llamaba Le gran croisant y tenía
Leer más
Capítulo 1 – El despertar.
El Libro de los Reyes/kesii87
 Aquella mañana era diferente a cualquier otra, no sólo porque yo no solía beber, ni salir de fiesta, y tenía un ligero mareo constante, unas grandes ganas de echar hasta el hígado por la boca, ni siquiera era el hecho de que aún estaba acostada en mi habitación, que, por supuesto llegaría tarde al trabajo, había otra cosa que la hacía muy diferente a cualquier otra, era la primera vez que escuchaba aquella paz, y no el bullicio de la avenida.No había ni un solo sonido que inundase la calma de la mañana, solo los pájaros presenciando un nuevo día, y una lejana fuente, a lo lejos.Abrí los ojos, con resaca, sintiendo el leve ronroneo de un pequeño gato que se acurrucaba en mi pecho.¡Dios! No podía recordar nada de anoche, después de la exposición me había dejado envolver por las ideas de Colette, y hab&ia
Leer más
Capítulo 2. El baile.
El Libro de los Reyes/kesii87
 Paseaba por los jardines, intentando bajar aquella gran comilona de pasteles, observando maravillada el lugar. Papá lo hubiese adorado, pues le encantaba la jardinería.La fuente de angelitos era realmente bella, me quedé mirándola por horas, con aquel relajante sonido de agua que cae, casi me quedo dormida de pie, cuando una voz, frente a mí, me sacó de mis pensamientos.Su majestad – era una mujer pelirroja, con el rostro blanco y labios rosados, pendientes grandes, y un vestido blanco con perlas blancas adornando puntos estratégicos de este – en el palacio me dijeron que estaba usted aquí – asentí - ¿Cómo fue el reencuentro con Fersen? Le insistí en que no viniese a buscarla sin una misiva, pero insistió en que ardía en deseos de verla. ¿y usted es? – quise saber, porque me estaba marea
Leer más
Capítulo 3. La leyenda.
El Libro de los Reyes/kesii87
  Bajé las escaleras, parecía que aquello daba a las cloacas, o incluso a los calabozos, pero a medida que bajaba me iba adentrando más en lo que parecía ser una construcción subterránea de mármol, con grandes muros romanos, cubiertos por vegetación y enredaderas. ¿Qué lugar era aquel? – me pregunté a mí misma, al llegar al final de la escalera, observando una antigua chimenea, al fondo, y la estancia cubierta de velas apagadas. La estancia estaba solo iluminada por la luz que salía de la chimenea, como si alguien la hubiese prendido. Observé la enorme mesa con mantel rojo y sillas de maderas, en el centro, y un gran órgano al otro lado de la habitación. Mis manos seguían sujetando aquel viejo libro, en donde podía leerse en letras doradas “El Libro de los Reyes” Era el mismo libro que había encontrado en la exposición de historia en mi presente, fuera de aquel extraño sueño. Caminé por la estancia, arrastrando mi vestido al andar
Leer más
Capítulo 4. El poder de cambiar el pasado.
El Libro de los Reyes/kesii87
  “El libro es la oportunidad de cambiar el destino que está escrito” – había dicho aquel extraño hombre antes de desaparecer, sin más, como si de humo se tratase – “pero si no quieres usar el poder del libro, sólo tienes que sentarte a esperar que las cosas sucedan como están escritas, sin cambiar ni un ápice” Su majestad – me llamó la condesa en cuanto entré en el salón, donde el baile seguía su curso - ¿dónde os habíais metido? Os estaba buscando. Estaba a punto de responder cuando vi algo que me sorprendió a más no poder, el rey estaba bailando con una mujer, y parecían ser cercanos. Tenían cierta complicidad y ella no dejaba de sonreírle. Madame du Barry – me confirmó mi amiga, haciendo que comprendiese la situación. Era una de las amantes del rey. Aún recordaba sus palabras “Discreción” me había pedido, cuando justo en ese momento él hacía justo lo contrario. “Recuerda Ana”
Leer más
Capítulo 5. Cansada.
El Libro de los Reyes/kesii87
  Sentada en el alfeizar de la ventana miraba hacia el exterior, donde su majestad montaba en su corcel blanco, seguido de su séquito de guardias. Hacía tres días que había llegado a aquel lugar, y desde entonces, había hecho todo lo posible por seguir al pie de la letra el libro, incluso ignoraba al rey, intentando ser lo más borde posible con él, justo como era ella. Pero había algo dentro de mí que no me dejaba respirar, como si hacer lo correcto no fuese lo que quería hacer. Apoyé la cabeza en el marco, y pensé en las posibilidades que tenía. Quizás podía interesarme por la política exterior, aconsejar al rey para que no cometiese el error de dejarse llevar por aquella mujer, guiarle por el camino correcto. Aquello no cambiaría la relación que había entre nosotros, así que podría volver a casa, tan sólo cambiaría el destino del rey, pero no el de la reina. Si el destino de María seguía intacto yo podría volver a casa, añoraba a mi abuela y hacer pasteles, pe
Leer más
Capítulo 6. Echarlo todo a perder.
El Libro de los Reyes/kesii87
  De camino a casa, pensé en todas las cosas que sabía sobre él, todo lo que había leído en los libros de historia. Luis practicaba la lógica, gramática, retórica, geométrica y astronomía. Además de tener un gran conocimiento histórico y geográfico. En sus ratos libres solía dedicarse al oficio de la herrería, tenía gran pasión por ello y era muy meticuloso con su trabajo. Su forma de ser siempre fue muy tosca, muy reservado, evitando hablar sobre detalles de su vida con la reina, y con cierto aire de misterio. Era justo el tipo de chico que me gustaban a mí, y si a eso le sumábamos que era guapo, atractivo y que tenía una mirada que me hacía sentir a salvo… Condesa Polignac – la llamé - ¿sabe que es lo peor de amar a un rey? – ella me miró, sin comprender – que al final, él nunca sentirá lo mismo.   ¿En qué momento ha sucedido? – preguntó, alterada - ¿en qué momento ha despertado inter
Leer más
Capítulo 7. Acercamiento.
El Libro de los Reyes/kesii87
  “Podemos ir tan despacio como necesite, mi reina” – resonaba su voz en mi cabeza – “no tengo prisa para consumar nuestro matrimonio” “Sólo quiero que estemos juntos, mi amor” El rey ha organizado un baile en su honor – aseguraba la dama de la corte, esa mujer morena de la que os he hablado alguna vez, su nombre era Celine – por eso, he mandado llamar a Pierre, vendrá hoy – asentí. ¿Por qué había organizado algo en mi nombre? Se suponía que el pueblo de Francia me odiaba. Así mismo, su majestad la espera en la biblioteca para tratar de temas políticos con usted – volví a asentir. Ya estaba vestida para la ocasión, me había puesto un bonito vestido en tono ocre para pasear por el jardín, quería buscar al guardián del libro para preguntarle más sobre él, pues desde que el rey y yo nos besamos, no había sucedido lo que se suponía. Aúnque no se había borrado ni una letra de él. Debo admitir q
Leer más
Capítulo 8. Tirar la toalla.
El Libro de los Reyes/kesii87
  Llevaba un hermoso vestido celeste con una tela de destellos, tenía el cabello recogido en un moño con trenzas, unos largos pendientes plateados y una gargantilla de seda con un diamante en el centro. La condesa se unió a mí, y juntas caminamos hacia el gran salón, donde la gente comenzó a murmurar en cuánto me vio aparecer. Barrí la sala con la mirada, buscando al rey, encontrándole junto a algunos cortesanos charlando animadamente, aunque dejó de hacerlo tan pronto como nuestras miradas se encontraron. Ni siquiera podía escuchar lo que mi amiga me decía sobre los rumores que había por la ciudad, en aquel momento sólo podía mirar hacia el hombre del que estaba enamorada, que caminaba hacia mí, a pasos agigantados, después de despedirse de la corte, sonreí, como una idiota, bajando la mirada, algo avergonzada. Mi reina – me llamó, deteniéndose junto a mí - ¿me haríais el honor de bailar conmigo?  
Leer más
Capítulo 9. Malentendido.
El Libro de los Reyes/kesii87
  Todas las palabras que el rey y yo nos dijimos quedaron en eso, en sólo palabras, y puesto que él había sido infiel a estas, yo podría hacer justo lo mismo, por eso estaba allí, en los jardines, con aquel bonito vestido blanco y mis pieles de conejo, brindando junto a mi séquito. Me tiré sobre el césped, estaba bastante mareada, demasiado champagne. ¿Cuántas veces le habría él echo daño a la reina? Porque yo también quería ser cómo ella, quería despilfarrar el dinero de la corona para llamar su atención. Deberíamos entrar – escuchaba de fondo a la duquesa – parece que pronto lloverá.   Su alteza – me llamó mi amiga – debemos entrar.   Me puse en pie, observando como los demás lo hacían, poniendo rumbo hacia nuestra sala de reuniones, observando por el camino al Rey, con sus consejeros reales. Ni siquiera me detuve a mirarle, no había vuelto a hablar con él, y cuando me ll
Leer más
Leer más
  • Quiénes somos

    Sobre nosotrosTérminos de usoPolíticas de privacidad
  • Contacto

    ColaboraciónPalabras claveReseñas de libros
  • Redes Sociales

    FacebookFacebook grupoinstagram
  • GoodNovel
  • MegaNovel
  • GoodFM
  • GoodShort