En la noche, un auto deportivo blanco salió de la villa y fue a la farmacia más cercana.
Cinco minutos después regresó.
Los empleados de la villa miraron sin entender:
—Señora, ¿a dónde fue a medianoche?
Elia sonrió levemente:
—A comprar algunas cosas.
Después de decir esto, cruzó el vestíbulo y subió las escaleras.
Cinco minutos después, las luces del baño brillaban intensamente, iluminando el rostro pálido de la mujer.
En el lavabo, en esa prueba de embarazo, gradualmente aparecieron dos líneas rosadas tenues. Era obvio que estaba embarazada.
Elia no quería creerlo, usó otra más, siguieron siendo dos líneas rosadas.
Efectivamente estaba embarazada.
Pensándolo bien, solo la noche de bodas Luis no había tomado precauciones, pero después ella había tomado la pastilla del día siguiente, no debería haber quedado embarazada, pero aún así estaba embarazada, justo cuando quería vivir separados, cuando no eran compatibles.
La voluntad del cielo es caprichosa, estas cuatro palabras no eran fal