A través de un cristal transparente.
Lucas miró tranquilamente a Bella, en sus ojos había una siniestra hostilidad que nunca había tenido antes, como si quisiera matarla.
Resultó que la verdad era tan ridícula.
Solo porque Bella quería casarse con él, había organizado cuidadosamente un accidente automovilístico, representando ella misma el papel de salvadora, solo que accidentalmente se le fue de las manos.
Qué ridículo, cuando ella yacía en la mesa de operaciones llorando, él le apretaba la mano fuertemente, prometiéndole toda una vida.
En ese momento, Susana lo estaba esperando, dudando sobre cómo empezar la conversación, queriendo estar con él, imaginando una hermosa vida futura.
La mirada del hombre se posó en el rostro de Susana, en sus ojos había anhelo y súplica, esperando que ella lo perdonara.
Pero la expresión de la mujer era indiferente.
Bella negó con la cabeza, incrédula:
—Susana, ¿ya no te importa?
La noche estaba en calma, las luces de neón de la ciudad brillaban intensa