Llevaba toda la maldita mañana aburrida encerrada en estas cuatro paredes. Pese a la compañía de Bianca sentía que necesitaba aire y estaba dispuesta a salir.
—Bianca, ayúdame a buscar un atuendo elegante y sexy para salir .
—¿Salir? —Me mira incrédula —. ¿A dónde?
—A visitar al señor Montecristo a su empresa.
—¿Estás hablando enserio? —Asiento.
Tomo del armario unas botas de puntas negras altas , una falda del mismo color, una blusa de tiras blanca y una chaqueta de cuero roja.
Me lo coloco y Bianca me ayuda escogiendo unos aretes y collar a juego.
Tomo un bolso y salimos de la habitación con rumbo a la salida encontrándonos afuera a uno de los de seguridad.
—Simon, la señora quiere ir a ver al señor Montecristo ¿Podrías llevarnos?
—Enseguida pido que preparen las camionetas para salir.
El chico se aleja raseando algo, rápidamente se acerca un grupo de 5 hombres y dos camionetas se estacionan frente a nosotros.
Nos abre la puerta de una ayudándonos a subir a ella y cierra