Millonario pervertido

Vanessa firmó todos los documentos que le pidieron, ella se comprometió a pagar la cuenta de la anciana herida que estaban adentro atendiendo, más de pronto su celular de escuchó, alguien le había enviado un mensaje:

—Tu novio está en la habitación siete cero siete del hotel Diamond, si no vienes lo mataremos y tú serás la culpable. ¡Si te atreves a llamar a la policía, sabrás cuáles son las consecuencias para ti!

Vanessa, ya no quería saber de ese hombre que la había engañado, pero tampoco podía dejar que le quitarán la vida sin hacer nada.

Asi que llamó a Novio,  el teléfono estaba apagado.

Sin salida, avisó que volvería pronto y salió del hospital con rumbo al hotel.

< ¿Qué le pasó, por qué lo arrestaron?>

Mientras iba en el Uber se imaginaba una y mil cosas, pero sobre todo se preguntaba en qué andaría metido Michael.

La joven pagó de prisa el servicio y entró al lujoso hotel Diamond.

Es muy raro, porque su novio nunca ha tenido un nivel de consumo tan alto.

¿¿Con quién le había metido??

Afortunadamente nadie la detuvo cuando tomó el elevador, así pudo llegar pronto a la habitación, Vanessa abrió la puerta llevándose la gran sorpresa de su vida.

Paseándose por la alfombra estaba un hombre con el trasero descubierto, él se secaba el cabello con una pequeña toalla, al verlos más a detalle pudo distinguir de quién se trataba.

¿Usted? el entrevistador... ¿qué hace aquí? ¿Qué significa esto? — preguntaba la chica al momento en el que desviaba ruborizada la mirada para no ver lo que no debía.

¿Qué es lo que haces tú aquí? ¿quién te ha dejado entrar? — el hombre estaba de muy mal humor, había citado a una hermosa rubia, pero como las cosas no le habían salido bien ese día precisamente con la mujercita que tenía enfrente, la terminó echando del cuarto de hotel, estaba que no se aguantaba ni el solo.

Yo... me avisaron que mi novio estaba aquí, pero veo que no es verdad entonces me iré, siento mucho haber irrumpido así su privacidad — Vanessa, se disculpó dándose la vuelta para salir, pero el hombre no la dejaría irse así de fácil.

Viniste aquí a propósito ¿cierto? que fue lo que no te agrado del trato que te propuse, ¿el salario? — Nathanael, estaba susurrándole al oído a la joven enfermera, ella podía oler su mentolado aliento, su cuerpos se estremeció, pero logró por fin hablar.

¿Qué... que es lo que dice? escuché, no sé de qué habla, esto ha sido una equivocación de verdad lo juro, — El hombre ya se había puesto una toalla en la cintura, pero en la delgada tela se marcaba la virilidad de Nathanael, provocando así que Vanessa se pusiera roja como una manzana.

Lo siento tengo que irme..

La chica quería escapar, el llamado secuestro debe ser una broma de su ex novio. 

Dime la verdad, ¿has venido por mí? ¿recapacitaste y quieres aceptar mi propuesta para que seas mi esposa y la madre de mis hijos? eres una chica inteligente después de todo.

Se equivoca, no me interesa su propuesta, todo lo que hasta ahora me he ganado ha sido con mi propio esfuerzo, ya le he dicho que tengo novio y usted no me interesa, y ahora sí me voy— Vanessa tomó el picaporte, pero la mano de Nathanael, la detuvo.

¡Tú no te irás de aquí sin que antes hablemos! — el joven empresario la tomó para voltearla hacía él, pero fue ese momento en el que Vanessa aprovechó para darle una patada en sus partes nobles, el apuesto CEO Castrioli cayó a la alfombra apretándose las entrepiernas con las dos manos y retorciéndose de dolor, Vanessa aprovechó para escapar cuál venado indefenso de su cazador.

Nathanael, estaba furioso no era como si la fuera a tomar a la fuerza, él no era ese tipo de hombre, él solo quería hablar para llegar a un buen acuerdo donde las dos partes salieran beneficiadas, quiso ir tras ella.

De repente, le entró una llamada a su celular, se trataba de su nana, ella nunca le llamaba solo por qué sí.

Dime Nana, ¿qué sucede? estoy muy ocupado en estos momentos.

¡joven amo, se trata de su abuela, ella bajó a tomar la merienda, después dijo que quería dar un paseo por el jardín pero ya la busque por todas partes y ella no está en la mansión! joven Nathanael, tiene que salir a buscarla, le pudo haber pasado algo — la mujer en verdad estaba muy preocupada.

¡¿Pero cómo demonios se les perdió de vista?! es una anciana indefensa por dios, saldré a buscarla ahíta mismo — el CEO cortó la llamada para vestirse lo más rápido posible, su querida abuela y sus hijos era lomas preciado que te iba en la vida, no podía darse el lujo de perder otro ser querido más.

Mientras tanto, Vanessa regresaba a su casa, su hermanito Adrián, se encontraba ahí, se le veía un poco débil, su linda mirada azúl la tenía apagada, era muy injusto que un niño de solo cinco años pasará por una enfermedad como la que padecía, ella se había prometido no dejarlo morir costara lo que costara.

Hola hermana, ya estás de regreso, ¿qué tal te fue en la entrevista? ¿pudiste conseguir el empleo? — la inocencia del niño mataba de ternura a la joven enfermera, deseaba con todo su corazón verlo aliviado algún día.

Todavía no dan el resultado, pero estoy segura que voy a quedar, nadie tiene mis cualidades, enano, tu hermana es la mejor.

Si que lo eres, eres la mejor hermana del mundo, acabo de despertar pero mi pancita tiene hambre — Vanessa procuraba que siempre hubiera alimentos y los suplementos que Adrián necesitaba, era muy alto el costo pero él era todo lo que le quedaba, haría cualquier sacrificio por ese pequeño.

Fue entonces que le llegó a la mente la propuesta del millonario pervertido, ¿y si... aceptaba ser su esposa y darle un hijo a cambio de que le diera el dinero que necesitaba para que Adriancito, se curará?

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