POV ISABEL
Sus ojos brillaban con una mezcla peligrosa de deseo y furia. Me acorraló entre sus brazos y luego me susurró con voz grave.
—¿Lista para encargarte del pequeño problema que has provocado?— me dijo señalando con sus ojos su erección que tensaban su pantalón.
Tragué saliva y solo pude negar— ¿No? Mmm, entonces…— se acercó hasta quedar a solo centímetros de mis labios con una sonrisa insolente —¿Puedo volver al club y dejar que la sumisa de antes… se encargué?
Su descaro no tenía comparación, no se de donde saque las fuerzas, solo se que me solté de su agarre e intenté golpear pero antes de que pudiera hacerlo paró el golpe en el aire.
—¡Sueltame!— grite fuera de si, el enojo me estaba dominando y no era para más, este hombre… ¿quién se cree?
Me molestaba aun más verle la sonrisa de satisfacción en su rostro disfrutando verme perder el control. ¿Cómo es que tiene tanto maldito poder sobre mí? ¿Cómo pasó esto tan pronto?
—¿Celosa?— me dijo girandome con brusquedad hasta que