🖋️ NARRADOR OMNISCIENTE
Andrei Volkner parecía disfrutar del miedo que había en los ojos de jareth, quien estaba al borde de la locura al ver a Isabel en sus manos. En un abrir y cerrar de ojos la había perdido de vista y ahora ese infeliz, la tenía sujetada y amenazada.
Isabel se había agachado tan solo un segundo para tomar lo que había chocado con sus pies y al sentir la mano firme creyó que se trataba de jareth. Lamentablemente, se trataba de Andrei, quien los veía con una sonrisa maliciosa. Jareth no se había movido y no porque temiera por su vida, no. Eso no era lo que lo mataba de preocupación, lo que lo tenia congelado, era saber que la vida de su mujer estaba peligrando y él no podía hacer nada por ese momento para que ella no saliera herida.
—Suéltala… infeliz — susurró con una voz filosa, llena de rabia y odio. Sus puños estaban tensados y totalmente blancos por la presión que aplicaba — ¡Te dije que la sueltes!
Gritó fuera de sí. No podía darse el lujo de perderla. ¿Dónd