12. La mejor elección.
Había pasado exactamente una semana desde que Sarada tomó la decisión de irse. Estaba encerrada en su departamento, organizando los documentos necesarios para viajar con su hijo. Afortunadamente, él pequeño llevaba sus dos apellidos, lo que facilitaba los trámites legales. Sin embargo, la ansiedad la invadía. Regresar a ese país donde había amado a un hombre con tanta intensidad, pero también donde había sido destruida por completo, era un peso demasiado grande para soportar. Pero no había otra opción. Su hijo era lo primero, y si ese sacrificio era por él, lo haría sin dudarlo.
Decidió investigar sobre Khaled, el hombre que una vez amó. Sabía que él era un personaje importante en Zafirya, pero lo que encontró la dejó helada. La imagen en la pantalla mostraba a un hombre más maduro, imponente con su túnica blanca. Sus ojos grises, tan penetrantes como los recordaba, brillaban con la misma intensidad de siempre. A su lado, una mujer elegantemente vestida con un hiyab refinado lo acompa