Capítulo 79

Verdades al desnudo.

El sonido del teclado era constante, casi hipnótico. La luz cálida del salón contrastaba con el contenido que Isabela estaba editando en la pantalla: fragmentos del diario de Lucía, combinados con la voz grave y amenazante de Carlos Herrera. El montaje no buscaba sensacionalismo; era una obra diseñada para que, en una sala de audiencias, no quedara un solo resquicio de duda sobre la magnitud de los crímenes del Proyecto Némesis.

Gabriel estaba a su lado, observando cómo ella recortaba, ajustaba y unía cada pieza. De vez en cuando, su mano se posaba sobre la de ella, no para detenerla, sino para recordarle que no estaba sola.

—Cuando esto salga a la luz —dijo Isabela, sin apartar la vista de la pantalla—, no habrá lugar en la tierra dónde puedan esconderse. Van a caer, estoy segura de eso.

—Y nosotros estaremos ahí para verlo —respondió Gabriel, con una calma que solo fingía—. Pase lo que pase, Isa, vamos a llegar hasta el final. Ellos van a pagar por