Capítulo 256

Pérdidas y progresos.

La orden no tuvo celebraciones. Fue una frase corta, pronunciada con la autoridad de quien ya no necesita elevar la voz: “Activen la Fase dos”.

En el búnker, detrás de paredes de metal y ventanillas blindadas, ese “activen” fue el detonante que rompió la pausa. Luces que antes parpadeaban en espera, máquinas silenciosas, técnicos con los auriculares puestos: todo comenzó a moverse como un organismo que recupera la voluntad.

Carlos Herrera observó desde su pantalla. A su lado, Dmitry apretó la copa de vodka con más fuerza de la necesaria, como quien sostiene un trofeo frío. Fénix, su mano derecha, estaba junto a la consola central, sus dedos deslizándose sobre paneles táctiles. Los científicos, alineados en una mesa de acero, esperaban la confirmación con esa mezcla de miedo y ambición que solo se encuentra en quienes han decidido renunciar a la comodidad de la duda.

—Fase Dos —repitió Carlos, sin dejar de mirar la transmisión en vivo desde las sala