CAPÍTULO 238. Entre la vida y la muerte.
Capítulo 238
Entre la vida y la muerte.
Las señales térmicas temblaban en la tablet de Diego como un corazón febril. Cada barra que se apagaba era una aguja que se clavaba en la garganta de Isabela. El mapa lumínico marcaba una sombra que se hacía cada vez más pequeña, un punto que parecía desvanecerse en la profundidad del laberinto de concreto y metal.
—Se está debilitando —dijo Diego sin apartar la vista de la pantalla—. Si la perdemos, no la recuperamos.
Valeria le dio un puñetazo seco a la palma de su mano, como si con eso pudiera rescatar la fuerza perdida del trazo rojo en la pantalla.
—No podemos esperar órdenes —soltó—. Si aquí los militares tardan una hora más, ese punto se apaga y lo perdemos.
Diego cerró la tablet con brusquedad, el gesto casi infantil de quien no logra contener la desesperación.
—No es solo esperar, Vale —replicó—. El lugar está a punto de venirse abajo. Cualquier paso mal dado, cualquier vibración… esto se nos cae encima.
Isabela respiró hondo, como reco