CAPÍTULO 228. Un reencuentro imposible.
Capítulo 228
Un reencuentro imposible
El temblor en el edificio no fue leve. No fue una vibración pasajera. Fue un rugido que pareció arrancar las entrañas del complejo, un golpe seco que hizo que todo el metal crujiera como si el edificio entero se estuviera desmoronando por dentro.
Los guardias que arrastraban a Julián se detuvieron apenas un segundo, lo suficiente para que él sintiera algo que no había tenido en horas:
Una oportunidad.
El pasillo se sacudió violentamente. Una bandeja metálica cayó del techo. Luces explotaron en chispazos. Uno de los guardias perdió el equilibrio. El otro se apoyó en la pared para no caer y ese instante minúsculo fue todo lo que Julián necesitó.
No vio nada. No pensó. Solo reaccionó.
Se lanzó hacia atrás con todas sus fuerzas, hundiendo el hombro contra el guardia que lo tenía agarrado del brazo. El hombre se fue de lado, gruñendo. El segundo guardia lo sujetó por la capucha, pero Julián giró la cabeza con desesperación.
La tela se deslizó.
La capuc