CAPÍTULO 189. Una realidad ficticia.
Capítulo 189
Una realidad ficticia.
Gabriel estaba sentado frente a la chimenea con una taza de café en la mano que aún no había probado. El fuego daba un calor que no alcanzaba a calentar lo que él sentía adentro. Miraba las llamas como si buscara en ellas alguna respuesta.
Los días pasaban y no había noticias de Julián ni de Teresa. Ese silencio lo carcomía de adentro hacia afuera.
Sabía muy bien lo que podía pasar. Carlos Herrera no era de los que dejaban oportunidades en el aire. Si tenía a Teresa cerca, controlada, y a Julián con acceso a ciertos espacios, podía desmontar todo lo que ellos habían armado y lo que Julián conocía.
Si al mismo tiempo mostraba a Teresa como el ejemplo vivo de que su tratamiento «funcionaba», la defensa de Herrera ganaría fuerza y el juicio se les vendría abajo.
Isabela lo estaba observando desde la cocina. Lo vio quedarse inmóvil, la mirada fija en las llamas. Conocía ese gesto, había aprendido a reconocer el peso que esa causa dejaba en él.
Caminó d