CAPÍTULO 181. Amor y tormenta.
Capítulo 181
Amor y tormenta.
Isabela y Gabriel habían pasado el día disfrutando del paisaje de las calles de París. El ambiente, la comida, las compras. Todo parecía ser un sueño luego de lo que habían vivido los últimos días.
En el hotel, Isabela estaba de pie junto al ventanal. La ciudad parecía un mapa de luces en la distancia. Gabriel observaba a Isabela desde el umbral como si todos los pequeños detalles se hubieran alineado para hacer de ella algo sagrado y cotidiano a la vez.
Caminó hacia ella y le extendió la mano. Fue un gesto sencillo, pero en ese contacto había años de resistencia y promesas no dichas. Sus dedos, al entrelazarse, parecieron memorizar la forma del otro como si nunca más pudieran olvidar.
Se miraron y, por un instante, todo lo demás desapareció: no existían llamadas, no existían otras manos. Solo la geografía de sus miradas, cálida, profunda y segura. Isabela suspiró profundamente; el aire le trajo una sensación que no había podido nombrar hasta entonces: la