CAPÍTULO 179. Lo que aún late.
Capítulo 179
Lo que aún late.
El amanecer llegó lento, sin ruidos. Por primera vez en semanas, no había pantallas encendidas, ni carpetas sobre la mesa, ni llamados urgentes desde la fiscalía. Solo el sonido de la ciudad, allá lejos, filtrándose por el ventanal del penthouse como una respiración profunda.
Isabela se había quedado dormida en el sofá, con los documentos de la noche anterior dispersos como hojas de otoño. Gabriel la miró desde la cocina, donde preparaba el café. No sabía en qué momento habían cruzado la línea entre aliados y algo más; solo sabía que esa mañana ella parecía tan frágil como el silencio que los rodeaba.
—Despierta, dormilona —dijo en voz baja.
Isabela se removió, estirando los brazos, con esa naturalidad que siempre lo desarmaba. El cansancio la volvía más humana, menos fría y más mujer.
—¿Qué hora es? —preguntó frotándose los ojos con sus puños.
—Las ocho y media. Pero descuida, hoy no hay trabajo qué hacer el día de hoy.
—¿No hay trabajo… o lo estás ignor