Mi corazón quería salir corriendo lejos de mi cuerpo; no soportaba tantas sensaciones. Mis manos automáticamente rodeaban el cuello del alto y tuve que ponerme de puntillas para poder profundizar aquel beso que despertaba sensaciones que jamás pensé que volvería a vivir.
Alex seguía liderando aquel toque tan necesitado con sus labios. Una de sus manos se posaba con delicadeza en mi cintura, acariciándome y atrayéndome hacia él, mientras la otra permanecía en mi mejilla, su dedo pulgar tocando con suavidad. Era una sensación de deseo y tranquilidad al mismo tiempo.
Jamás me había sentido así y no quería detenerme tampoco.
No ahora... No después de confirmarlo.
Él me deseaba.
—Olivia... —Mmm, adoraba cuando me llamaba por mi nombre completo. Siempre lo habían usado para reñirme o disciplinarme, pero él no me llamaba así con esa intención. Al contrario, su tono de voz denotaba deseo y... súplica— No me hagas esto... Yo...
—Shh... —Me separo un poco y aprovecho para tomar aire. Nuestras r