Capítulo 21 — Tú, yo... Y la luna…
—Ten, toma esto. —Alex miraba con desconfianza el vaso que le había entregado, así que ruedo los ojos— Es chocolate caliente, bobo. No te daré alcohol; yo tampoco estoy tomando.
Todavía dudando, toma el vaso plástico de mis manos y, después de verificar que realmente era chocolate caliente, le da un pequeño sorbo, cerrando los ojos con alivio. Realmente estaba haciendo frío y él seguía negándose a entrar.
—¿No te dije que entraras a la casa? —Alex me mira con un poco de severidad, pero yo lo ignoro. Sabía que también tenía miedo de lo que pudiera pasar entre los dos. Ya era bastante tarde en la madrugada y todo a nuestro alrededor estaba en silencio, salvo por las olas del mar.
—¿Qué crees que están haciendo mis amigas allá dentro con sus citas? —Pregunto arqueando una ceja, soltando una risa amarga— No me iba a quedar allá, envidiando su buena suerte.
—Liv...
—Ya. Entendí. —Lo corto porque no quería escuchar otro sermón— Sé que no vas a tocarme... aunque te mueras por hacerlo. Al men