Capítulo 119
|| Punto de vista de DANTE ||
Atrapé a Rossie justo cuando intentaba escabullirse por el pasillo lateral. Agarrándola con firmeza por el brazo, pero sin brusquedad, la llevé a un lado, a uno de los salones más pequeños, lejos de las miradas curiosas de los invitados que quedaban.
—Ya basta —dije con dureza, cerrando la puerta tras nosotros. La habitación olía ligeramente a madera vieja y polvo, y las pesadas cortinas amortiguaban el ruido de la fiesta que se celebraba fuera—. ¿Qué demonios estás intentando hacer?
Rossie liberó su brazo y cruzó los brazos con obstinación. Levantó la barbilla en señal de desafío, igual que había hecho Anastasia cuando lloraba.
—Estoy haciendo lo que debería haber hecho hace mucho tiempo —dijo con voz fría—. Estoy asegurando el futuro de mi hija.
Me pasé la mano por el pelo, luchando por mantener la voz tranquila. —Ya tienes todo lo que pediste, Rossie. Dinero. Seguridad. Respeto. ¿Qué más quieres?
Sus labios se curvaron en una sonrisa amarg