—No debiste ir a la casa de Julieta, sabes como son.
Le había contado a Osmar lo que paso ayer con Julieta y bueno ahora me estaba regañando.
—Tenía que hacerlo, además me queda claro que, si se enteraron de que me fui a la casa de Alicia,
—¿Ya no hablaste con tu mamá? —pregunto mientras me servía café.
—No, vi que salió muy temprano a trabajar y no sentí oportuno hablar con ella.
—Habla con ella, no deben dejar las cosas así y menos por tus hermanos.
—Es que no sé ni que decirle realmente, sé que tuve la culpa. Pero mamá, se enojó más conmigo porque mis hermanos sabían.
—Piénsalo y ve cómo te puedes acercar a tu mamá. Por el momento apúrate, que ya se te hace tarde y no quiero que llegues tarde —decía Osmar de manera chistosa, como si fuera mi mamá.
—Claro mamá, como tú digas.
Osmar me miro enojado y más cuando comencé a reírme.
Estaba por entrar a mi salón, cuando recibí una llamada de Alicia.
—¿Qué paso? — pregunté.
—Te tengo una mala noticia.
De inmediato me alarmé, esperaba que n