Después de la gran noticia que me daba mama, me apresure para estar lista. Lo que menos quería era llegar tarde, quería causar una buena impresión y no para Camilo en realidad. Me pondría un vestido negro que llegaba a las rodillas, junto con unos zapatos del mismo color. Por primera vez mi cabello cooperaba un poco y de manera sorprendente se había enchinado y lucia fabuloso.
*Estoy a una cuadra*
Recibí el mensaje de Camilo, sí que se había pasado rápido el tiempo. Tomaba un poco de dinero de mis ahorros, junto con mis llaves y el celular. Al salir de casa Camilo me esperaba a fuera del auto, vestía un traje gris, en esta ocasión sí que lucia diferente y puedo decir que me gustaba como se veía.
— Vaya, sí que te ves decente — le daba una sonrisa, mientras que él se acercaba a darme un beso en la mejilla.
— Exageras