Destino 55

Vladek se inclinó y la volvió a besar haciendo su penetración, aún más profunda. El cuerpo de la chica podía ser pequeño pero ya comenzaba a adaptarse completamente a su tamaño y era algo increíble. Besó el suave cuello que latía y descendió mordiendo los suaves y puntiagudos pezones estimulándolo aún más.

Era diferente. Todo era diferente. No era porque Jade fuera una chica o un humana. Era lo que le hacía sentir y ya no tenía que ver con el lazo. Eso solo era un estímulo.

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