Capítulo 40

Damien se acercó, quitándose lentamente el abrigo húmedo y arrojándolo sobre un sillón. El gesto parecía cargado de intención, como si al desprenderse de la prenda también se deshiciera de sus últimas barreras.

—Estás temblando —dijo en voz baja, y Sophie no supo si se refería al frío o a la intensidad que palpitaba entre ellos.

Él tomó una toalla que reposaba sobre un mueble de roble y se acercó. Sophie se quedó inmóvil cuando Damien comenzó a secarle el cabello con movimientos pausados, casi reverenciales. La toalla absorbía la humedad, pero sus manos iban más allá: rozaban su piel con caricias disfrazadas de simple cuidado.

La tela descendió por su cuello, su clavícula, hasta detenerse en la curva de sus pechos. Sophie contuvo el aire. Damien la miró directo a los ojos mientras apretaba la toalla contra su piel mojada, sin apresurarse, como si disfrutara cada segundo.

El calor en su interior se volvió insoportable. Sophie sintió un escalofrío recorrerl

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP