Alex Fletcher
Ver el estado en que estaba Liv después de hablar con ese cabrón me puso furioso. Podría haber perdido a nuestros hijos, y no me gusta ni pensarlo.
Por culpa de ese desgraciado, tuvimos que volver a Nueva York. Sé que eso era lo que él quería, pero no tenía otra opción. Olivia ya estaba demasiado nerviosa, y no podía arriesgarme a sufrir otro ataque de pánico. El médico dijo que podría ser fatal para un embarazo de apenas unas semanas.
Pero no me quedaré de brazos cruzados esperando a que actúe. Ya llamé a la policía de Nueva York, y todos lo persiguen. Ya no podrá andar por ahí, porque su cara está en todos los periódicos y en la televisión. Si alguien lo reconoce, lo denunciarán de inmediato, y toda esta exposición de su imagen sin duda entorpecerá sus planes.
Cuando entramos en la mansión, son las cinco y media de la mañana, y Teresa ya está de pie, preocupada, esperándonos. Teresa: "Por fin estás aquí. ¿Estás bien, querida?" Olivia: Ya estoy mejor, solo necesito desc