Alex Fletcher,
Cuando empieza a sonar "Wildest Dreams" de Taylor Swift, acompañada únicamente por el violín, sé que es hora de que entre mi Mariposa.
Desde el altar, mi mirada se fija en la entrada de la iglesia y me quedo sin aliento cuando aparece, del brazo de Marcos y Robert. Pero apenas los noto. De hecho, olvido todo lo que me rodea. Es como si ella y yo fuéramos los únicos en el universo. Recuerdo escenas de todos nuestros momentos juntos: la primera vez que la vi, la noche en la discoteca con ese precioso vestido rojo, nuestro primer beso en el jardín de mariposas, el día en el parque y tantos otros momentos que nos han llevado a nuestro presente: el día en que le juraré mi amor ante Dios, el día más feliz de nuestra vida como pareja. Sus hermosos ojos verdes que tanto me fascinan se encuentran con los míos, y es como si estuviera hipnotizado. No puedo apartar la mirada, y así es hasta que ella se acerca a mí. Marco y Robert me entregan a mi novia y ocupan sus lugares. Cuando