Olivia Bennett
Llegamos al hospital hace media hora, pero parece que han pasado horas desde que llegamos. Miro constantemente el reloj de la sala de espera, ansiosa por saber de Alex. Al menos mis hijos están aquí conmigo, sanos y salvos, y lo que no saben es que a su padre le dispararon y que ahora mismo está siendo atendido por los médicos.
Solo pensarlo me hace llorar de nuevo. Los gritos de Jessé culpándome por lo sucedido no se me van de la cabeza. A Alex le dispararon en mi lugar; caminó delante de mí. Si no me hubiera dejado llevar por la ira, esto no habría pasado y Alex estaría bien.
No puedo perderlo; sería como perderme a mí misma. Nuestros hijos necesitan a su padre, y yo necesito a mi marido, a mi pareja, a mi alma gemela.
Philip: Tranquila, Olivia, todo irá bien. Alex estará bien.
Olívia: Espero que tengas razón, porque no sé qué haré sin mi Alex. Philip: No estarás sin él.
Olívia: Ay, Philip, es mi culpa. Si no le hubiera dado un puñetazo a Jessé, nada de esto habría pa