Una vez el elevador se detuvo en el último piso, el humano salió primero y fue hacia la puerta de color negro con dorado del fondo. Kate caminó pegada a él vigilando al empleado hasta que su atención se desvió por completo. Su boca se abrió y casi le dio algo.
-¿Por qué carajos vivimos en mi apartamento teniendo tú esta majestuosidad de penhouse?- le gritó apenas entrar.
A comparación del suyo, este estaba decorado con paredes en color negro y resto de detalles rojizos oscuros, con un estilo para nada moderno. Molduras en las paredes, muebles de madera torneada y tallada con capitoneado rojo vino oscuro, alfombras, jarrones, adornos exquisitos de mármol, oro, plata, y a saber que más. Las puertas de madera tallada, ventanales con vitrales. Era grande, de una sola planta, áreas abiertas, la sala decorada con un enorme estante de libros, candelabros. Y por las dimensiones al menos debía tener tres habitaciones y hasta un baño con una tina antigua.
Kate siempre pensó que Nicolae viviría