Kate miró por la ventana del taxi ya de vuelta. No podía negar que a pesar de todo lo ocurrido el viaje había sido bastante satisfactorio. Por no decir que sentía que tanto su esclavo, como ella, se habían acercado más y no solo en lo sexual. Ella había relatado datos que llevaba escondiendo muy en su interior y que nunca había deseado que nadie más lo supiese.
Su pasado la avergonzaba aun si no había sido la causante de este. Había conocido a muchas personas que solían denigrar a los demás por hechos que acarreaban en su espalda y explicar solo lo tomaban como excusas vacías. En el fondo no podía negar que había tenido miedo del rechazo por parte de su esclavo. Sin embargo, a Nicolae parecía que no le importaba en absoluto.
Eso había hecho que su interior duro y resistente se derritiera de un solo golpe. La estaba aceptando con todos sus defectos. Sonrió de forma tímida.
Miró por el rabillo del ojo a Nicolae sentado a su lado revisando su celular, el cual apenas había tocado en el ti