Cazador

Gabriela tomó el aire suficiente, miró a Alan y caminó de nuevo hacia el escritorio.

—¡Citaré una reunión de emergencia!, así que prepárate porque vas a salir de aquí y ni creas que volverás a colocar un solo pie en las empresas —exclamó Gabriela, se giró y caminó hacia la salida.

Estaba segura no poder quedarse más cerca de él, verlo y ver todo lo que él provocaba en ella la confundía aún más, aún así, aunque todo su cuerpo pareciera una completa gelatina decidió caminar por las instalaciones de la empresa.

Aquellas que solía recorrer de la mano de su padre.

Alan, se colocó de pie, caminó hasta su baño personal, abrió el grifo y llevó agua a su cuello, así, solo así tal vez podía bajar la calentura que Gabriela le había provocado con solo verla.

Tan pronto su polla volvió a la normalidad, acomodó su cuello y marcó a Ethan, debía detener a Gabriela y cuanto antes mucho mejor.

—¡Señor no creo que la señora Amelia y la señorita Gabriela crean que soy yo el hijo del señor Jacob! —exclamó
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