Olivia creyó que no podría dormir esa noche, se sentía en una nebulosa, quizás en un universo paralelo, no sabría qué nombre ponerle, sin embargo, solo fue necesario que Amir la abrazara, que las llevará al refugio de su pecho y sus brazos, y así en vuelta en ese aroma tan varonil que poseía Amir, sus ojos poco a poco se cerraron y Olivia finalmente se durmió.
—No puedo creer, que no te hayas percatado, de que algo estaba mal. —el rostro de Louis estaba desfigurado por las lágrimas y el reproche.
—Sí que lo hice, te lo dije en más de una ocasión, te advertí que ese médico era un charlatán, que debíamos ir a pedir la opinión de otro doctor que estuviese más capacitado, te dije que no me sentía bien. —Olivia sentía que el pecho se le partiría a la mitad, incluso el simple hecho de respirar se le estaba dificultando, pero Louis en lugar de contenerla simplemente seguía acusándola.
—¿Estas insinuando que ahora todo es culpa mía?, por si aún no te das cuenta, si no pudimos ir a ver a otro