Jacob García
Miami
Ella estaba concentrada en desvestirse también. Cuando se dio cuenta yo ya estaba completamente desnudo. Abrió los ojos como plato.
– ¡Ay no, Jacob, eso no va a entrar! – Gritó asustada.
Me acosté a su lado y empecé a acariciarla, sentía como se relajaba poco a poco.
–Tranquila Jen, solo relájate, no pienses en eso. Yo me encargaré en que te olvides hasta de tu nombre.
–Jacob, me va a doler.
–Solo al principio.
–Uy sí que alivio.
Me coloqué entre sus piernas y ella empezó a mover las caderas, eso me estaba matando, así que nos empezamos a besar, notaba su humedad tocando mi miembro. Lo tomé en mi mano y lo rocé en su clítoris, gimió.
– ¿Lista?
–Sí.
Su humedad comenzó a empaparme, lo puse en el centro empuje un poco, hubo un poco de resistencia pero ella su movió habia adelante y me fui haciendo espacio en su sexo.
– ¡AH!
–Tranquila preciosa, ya estoy adentro, me voy a empezar a mover muy despacio, pero si te sientes mal me dices.
–Ok – Tenía los ojos cerrados.
–Abre