Julia.-
— Pues las oficinas son muy amplias y tienen una ubicación bastante privilegiada, a mi jefe le fascinarán.
La representante del nuevo dueño de las oficinas comenta caminando entre los cubículos de los empleados.
— ¿Usted realizó el diseño? –me pregunta sacándome de mis pensamientos.
— Sí –respondí con una sonrisa que no llegaba a mis ojos–. podemos mostrarle el antes y el después, quedará sorprendida.
— Claro –comenta mirándonos a Cora y a mí de una manera extraña–. mi jefe tiene una petición más.
Cora y yo nos miramos, confundidas.
— ¿Cuál es?
— Mi jefe pide que trabaje para él.
Mi boca se abrió haciendo una gran O.
— Él reconoce su talento y está interesado en hacer varias inversiones, créame el salario será justo –habla con superioridad.
— No estoy interesada –respondo sin siquiera pensarlo, me prometí nunca trabajar para nadie más que no fuera yo misma, mi ego no me lo permite.
— ¡Julia! –Cora me mira con reclamo–. disculpe denos un momento–. le dice a la mujer co