Julia.-
Mis lágrimas se acumulaban en mis ojos al ver a mi hermana hermosa con ese vestido, a pesar de los tonos en negro que lleva el diseño, sí, ella odia el convencionalismo.
— ¿Y bien como me veo? –pregunta con el rostro resplandeciente, el embarazo la hace brillar mucho más que de costumbre.
— Estás preciosa hermana, estoy muy feliz por ti y por Ángelo, ya quiero que nazcan mis sobrinos –comento con emoción.
— Jamás pensé que yo estaría en estas, eso te lo dejaba a ti, ni siquiera esperaba enamorarme –su voz se quiebra y arrastra un pañuelo de una caja sobre el tocador–. perdón las hormonas.
— Por eso nunca debes decir nunca.
(…)
La boda fue perfecta, Cora no dejó de sonreír en toda la noche, al igual que Ángelo verlo observando a Cora con esa devoción y con ese amor me derritió el corazón, todos los sueños se hacen realidad.
— Voy a ponerme celoso si sigues mirando a Ángelo así –doy un respingo al notar la presencia de Brian.
— Deja de decir tonterías –se sienta a mi la