Unas semanas después, Clara se preparaba para su cumpleaños, un evento que había tomado una nueva dimensión desde que había reconciliado con Lucas. Él había planeado una pequeña fiesta sorpresa, invitando a amigos y familiares para celebrar su día especial. La emoción burbujeaba en el aire mientras Lucas decoraba el lugar con globos y luces de colores.
—Espero que te guste —dijo Lucas, ajustando un globo en la esquina de la sala. Su dedicación era palpable, y Clara no podía evitar sonreír al verlo.
—Es perfecto, Lucas. No puedo creer que hayas hecho esto por mí —respondió Clara, sintiéndose emocionada. La idea de que él se hubiera tomado el tiempo y el esfuerzo para organizar algo tan significativo le llenaba el corazón de alegría.
Cuando llegó el día de la fiesta, Clara se sintió abrumada por el amor que la rodeaba. Sus amigos llegaron con regalos y sonrisas, y la atmósfera estaba llena de risas y música. En el momento en que entró en la sala, un estruendo de "¡Feliz cumpleaños, Clar