En la mansión de la familia Mendoza, Álvaro había dado instrucciones a la cocina para preparar muchos platos. Al principio, Guillem se sentó en el sofá, miró su muñeca para verificar la hora y decidió esperar junto a la puerta. Álvaro no pudo contener la risa y dijo.
Álvaro no pudo evitar contener la risa y dijo:
—Señor, la señorita llegará en minutos.
—¿Dónde está Luna? ¿La has llamado? —preguntó Guillem.
—Ella dijo que tendría que trabajar hasta tarde y que no tendría tiempo para regresar a cenar. Nos dejó que comiéramos primero.
Guillem suspiró y comentó:
—Luna es una chica trabajadora y ambiciosa. Sin embargo, a veces eso no siempre es una ventaja …
Mientras hablaban, el coche de Dylan entró en el patio. Dylan y Dafne bajaron y vieron de inmediato a Guillem, quien los esperaba en la puerta. Dafne se acercó a Guillem con los ojos enrojecidos y dijo:
—Señor, he regresado para devolverle el dinero con interés.
Guillem se quedó atónito por un momento y luego soltó una carcajada después