Con los primeros rayos del sol iluminando el horizonte, Amaris y Dave abandonaron la mansión junto con un grupo de guardias, todos ellos con rostros serios y determinados, incluyendo que estaban armados hasta los dientes.
Cuando iban a salir del castillo, Minerva los interrumpió.
'¿A donde vas, reina?' Hablo Minerva curiosa por ver a Amaris salir con un séquito a sus pies.
'Voy a la cabaña de mi padre, quiero averiguar unas cosas'
A Minerva esto le pareció raro, claro, sabía que Amaris quería venganza por lo sucedido pero no sé imagino que iría por una pista o dos cuando mucho, ella misma.
'Quedate aquí, yo voy' Hablo Minerva cuando los vello de su nuca se erizaron al pensar que a Amaris le podía pasar algo, no quería arriesgarse y menos cuando un pensamiento paso por su cabeza, las dos veces que Amaris casi pudo haber muerto dándole algo más de un susto a ella.
'No' hablo Amaris cortante.
'¿No? ¿te has visto en un espejo, verdad?' Amaris volteo hacia donde estaba ella y le dedicó un