— ¡ALTO! — grité acercándome a la persona encapuchada mientras expandía mi aura de Alfa y Bendito.
Se giró y la miré sorprendida: con su pelo castaño ondulado y sus ojos marrones, Sophie me devolvió la mirada.
— ¿Sophie? ¿Qué estás haciendo? — le pregunté acercándome a ella.
— Recoger la pastilla. Anoche no la tomaste. ¿Por qué?
— La pastilla no está donde estás buscando. ¿Qué estás haciendo, Sophie?
— Oh, ¡qué descuido..! — dijo con un tono ligeramente burlón y después, miró la hora — Bueno, incluso sin la toma de anoche... sí, faltan diez minutos.
— ¿Diez minutos? ¿Para qué?
"Esteban, ésto no me gusta ni un pelo. Ten cuidado." — me dijo Roy.
— Para que la pastilla haga su función. — dijo con una sonrisa malévola.
Me acerqué a ella mientras Sophie retrocedía ligeramente. Busqué el poder de ver el pasado en mi interior: ahora que conocía la sensación, me sorprendí de lo fácil que era llamarlo.
— Vas a decirme qué haces aquí y qué es lo que estás buscando, Sophie. — dije imponiendo una